Evangelisti mostró una vez más su profesionalismo en Tandil. Cuando en el campo de juego todo era caos, manotazos y empujones, el "uno" de Alvarado se alejo de los disturbios y se sentó en el banco de suplentes (foto) con un visible gesto de bronca y amargura por lo que pasaba. Estas actitudes son de destacar porque no es común que sucedan.
El arquero dialogó con el diario El Atlántico y expresó que "el arbitro no influyó en el resultado". Lejos de meter excusas por el empate de Grupo en el sexto minuto de descuento, el arquero ya piensa en el partido de esta noche frente a Ferro en el Minella a partir de las 20hs.
Foto Diego Berrutti